La manía de colorear los cabellos existe desde la época de Egipto, donde faraones y sus esposas tenían mechas de los cabellos descoloridos o coloreados como indicativo de status. Es claro que en aquella época se usaban trucos naturales para tal transformación.
En 1909 surgieron las pinturas químicas, que conocemos hoy. Ya son más de 100 años desde su descubrimiento y desde entonces los tintes vienen evolucionando, volviéndose menos tóxicos y ganando funciones hidratantes y reconstructoras.
En general, los tintes actuales son de confianza, pero cambiar el color del cabello requiere algunos cuidados. En primer lugar, un tinte jamás quedará, en la práctica, del color que su cajita dice que va a quedarse. Los colores naturales de los cabellos -que son infinitos de persona a persona- influyen en el resultado final. Por eso, en primer lugar, es esencial hacer la prueba de la mecha.
Las diferencias de tonos en el mercado actual son tantas que generan muchas dudas. Pero básicamente, las escalas obedecen una misma numeración en todas las marcas. Para cada uno de los 8 tonos abajo, sin embargo, existen infinitas variaciones (1.1.3.4, por ejemplo, es alguna variación de negro o incluso 5.2.3.1, que es alguna variación de marrón claro).
Para la aplicación propiamente dicha, la principal técnica que no puede dejarse de lado es: el tinte debe ser aplicado en cabellos secos, más específicamente «sucios». Es decir, nada de lavar los cabellos en el día del tinte, pues la grasa natural del cabello ayudará a la penetración del agente colorante y proteger el cabello de eventuales agentes químicos nocivos. En cuanto a la forma de aplicar, divida todo el pelo en tres o cuatro partes, formando mechas no muy gruesas y aplique usando la ayuda de un pincel.
- Si aplica tintura oscura o del mismo tono de sus cabellos: comience aplicando por la parte delantera de la cabeza. Esto es porque la tinta actúa más en la región donde la aplicación comienza y, si usted empieza por la nuca, corre el riesgo de que el frente se destiñe.
- Si aplica tinta más clara: inicie la aplicación por nuca. Así, evita que el frente quede desteñido.
- Si el pelo es blanco: empiece por donde hay mayor concentración de cabellos blancos.
Una buena sugerencia para quien no quiere arriesgar en el primer tinte y errar el tono: busque un matiz o un máximo de dos tonos arriba / abajo de su tono natural. Después de un tiempo, se adaptará al cambio y será más fácil jugar en una transformación radical.
Para morenas que cansaron del tono monocromático, una buena indicación es usar mezcla de caramelos, dorados y miel. ¡Está lindo!
Al cambiar el color de su cabello, sepa que una rutina de cuidados debe comenzar. A partir de las frecuentes hidrataciones e idas al salón para el mantenimiento del tono. Lo ideal es acudir al salón mensualmente para tinturas y cada 3 meses para luces o mechas frías.
Para que el color dure más, utilice productos específicos para el cabello teñido. Los productos a base de arándanos (champús, acondicionadores y aceites) hacen que la pigmentación dure hasta 3 veces más en el cabello.
¿Está preparada para cambiar su color? Consulte a su peluquero y pida una transformación. Para una rutina de cuidados intensivos, cuente con los productos de Fit Cosméticos.