«No es rubio, no es moreno. Es algo muy hermoso que hay en el medio término «.
El año 2016 dará adiós a los cabellos platinados. La tendencia que dominó el trienio 2013 a 2015, pierde fuerza ahora en 2016. La nueva ola es el cabello de color Bronde (mezcla entre las palabras morena, brunette, y rubia, blonde, en inglés). El tono se queda entre las dos cosas. Se trata de una técnica de luces que valorará los cabellos castaños claros, dejando al rubio en tonos más oscuros, los llamados tonos de tierra.
Es la gran oportunidad de morenas correr a los salones para ganar toques de luminosidad sin artificialidad. ¡Sí, la tendencia es valorar lo natural! Para llegar al efecto de castaño iluminado del bronce, es necesario un trabajo bastante minucioso con mechas rubias sobre las mechas amarronadas. Esto da un efecto pro-verano, que causa esa sensación de que el cabello se aclaró mientras la persona tomaba el sol en la playa.
Las luces empiezan muy cerca de las raíces, bien finas. Normalmente se utilizan de 2 a 3 tonos más claros que el cabello natural de la persona. Los más indicados son los tonos en tabaco, miel, caramelo, cappuccino y mocha (que son marrones claros). La técnica se considera correcta cuando se perciben las mechas, sin que existan marcas. Es decir, el esfumado tiene que ser perfecto, jugando con efectos de luz y sombra. Y lo más sensacional: el mantenimiento se puede hacer cada 6 meses.
Es una tendencia que agrada a las brasileñas, pues destaca el bronceado y trae un que de dorado en los cabellos que, antes, parecían mórbidos con tanta oscuridad. La técnica confiere movimiento y ligereza al look. En resumen, el bronce es lo que hay de más moda para realzar el cabello castaño claro o para producir profundidad y tamaño en los cabellos ya rubios. Para las morenas, trae la posibilidad de crear un look multidimensional que ilumina el visual, sin cambiar drásticamente el color natural de los cabellos.